viernes, 23 de agosto de 2013

Playa de Tagle, o "El Sable"

La playa de Tagle es quizá la más entrañable de las de la zona. Me recuerda los primeros años que pasamos en Cantabria,  pues fue la que más frecuenté. Por entonces vivíamos en Vispieres, un barrio de Santillana del Mar. La mayoría de las veces iba en bicicleta. Ahora, que la visitamos muy esporádicamente o cuando vamos a Suances, cuando recorro la accidentada carretera me acuerdo de los esfuerzos que tenía que realizar en cada una de sus numerosas curvas cerradas para subir... No es una cala, pero me las recuerda pues está rodeada de rocas en sus lados y alguna parte del acceso al agua en el arenal está formado por lanchales. Es, con la playa de Santa Justa, de las más pequeñitas de la zona.
Es muy divertida, pero nos podemos llevar un susto si nos descuidamos por la fuerza con la que rompen las olas. Otro detalle a tener en cuenta, sobre todo si vamos con niños pequeños, es que cubre casi nada más entrar. En cambio, es una playa ideal para tomar el sol, sobre todo si el viento viene del nordeste. Aún recuerdo muchas tardes de enero y febrero de esos años: cuando terminábamos de trabajar me iba con María a tomar el sol mientras nos echábamos una apacible siesta o leíamos un rato.
Desde la última vez que estuve, hará como dos o tres años, han urbanizado un poco la zona. Por esos años, se llegaba por caminos; ahora el acceso está asfaltado y se ha creado un aparcamiento amplio, aunque en agosto, como sucede en todas las otras playas, para aparcar hay que dar unas cuantas vueltas. Aparte de estas mejoras, hay también servicio de socorristas de la Cruz Roja, duchas y en la parte alta una zona de pic-nic. El bar que está al lado de la playa, El Sable, es un lugar ideal para tomarse algo; recomiendo un poco de paciencia y tiempo para esperar la puesta de sol, espectacular desde la terracita del bar. No ponen música, solo se oyen las leves conversaciones de las personas sentadas en la mesa de al lado, que quedan amortiguadas por el compás rítmico del oleaje.
Si nos queremos dar un paseo podemos llegar a la playa de Santa Justa. Solo hemos de recorrer el litoral en dirección al torreón que hay a la izquierda.
Desde la playa se divisan las ruinas de lo que pudo ser una torre de vigía.

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