lunes, 24 de diciembre de 2012

¿Cambera?,¿por qué Cambera al mar?


Cuando pusimos nombre a nuestros dos apartamentos barajamos muchas posibilidades. Buscábamos alguna denominación que se ajustara al espacio que habíamos creado y que sonara bien, por lo menos que nos sonara bien y gustara a nosotros. Queríamos también u término que fuera sugerente y novedoso para aquéllos que vinieran a nuestra casa. Además debía cumplir otra exigencia y es que se identificara con la región donde estamos, Cantabria. Podéis creerme que no fue fácil y que tardamos mucho tiempo en moldearla y hasta estuvimos tentados de no complicarnos con el asunto y llamarlos, por ejemplo, Apartamentos el Limonero, por ser éste el árbol que preside la entrada a nuestra casa; pero nos parecía demasiado evidente y simplón, y eso, que no hay árbol al que tengamos más cariño por lo agradecido que es, -no tardaré en hablar de él en este sitio. Otro problema añadido, no menor, es que nos debería gustar a mí, a mi mujer y a los niños, que ya tenían voz en este asunto. Realizamos tormentas de ideas; alguna noche me desvelé dando vueltas a la expresión que creía ya definitiva. En fin, que parecía imposible acuñar la expresión.
Pero he aquí, que de buenas a primeras, encontramos el palabro en cuestión: cambera. Nosotros la oíamos constantemente a los vecinos: mandaban a los niños ir a jugar a la cambera; cuando te orientaban para ir a un sitio te decían la cambera que sale a la derecha; me regañaban cuando limpiaba de malas hierbas la cambera porque esa labor era obligación del ayuntamiento; se quejaban también de que el alcalde no arreglaba las camberas del barrio… Y es que me convencí de que no había espacio público en estos pueblos que no fueran la iglesia, la tienda (bar) y las camberas. Llegué a pensar que las camberas eran todo aquello que no es propiedad privada.  Menos mal que, casi me avergüenzo confesarlo, al final descubrí el significado correcto, que es mucho más poético: cambera es un camino. Es un localismo de Cantabria. Y leyendo a autores cántabros y a otros que no lo son aparece en sus narraciones. La definición del diccionario de la R.A.E. es “camino de piedras”.
Cambera al mar, lo de mar, porque para muchos viajeros con destino a estas tierras, el mar es un referente y un anhelo, algo que les falta en sus tierras y que añoran porque lo asocian a vacaciones, luz, descanso, diversión… Y eso es lo que procuramos ofrecer cuando los viajeros se hospedan en nuestra casa. Y, además, porque estamos a escasos mil metros de la costa.

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