Tudanca es un pueblo bastante parecido a Carmona en cuanto
a la arquitectura; seguramente si visitamos Carmona primero y Tudanca después,
éste último no nos sorprenderá más. Tal vez las casas de esta última localidad
sean un poco más cuidadas, como si sus vecinos hubieran tenido una posición
económica más elevada. Casi todas están construidas pensando en ser habitación
de sus ocupantes y cobijo del ganado del que viven. Sin embargo, se recomienda
la visita, aunque se esté cansado, sobre todo para visitar la
Casona de Tudanca que
alberga una colección de
José María de Cossío muy interesante. En ella podremos
observar objetos de dos de sus grandes pasiones: el mundo del toreo y la
literatura. Por esta casa pasaron casi todos los artistas y escritores de la Generación del 27, que
le regalaron a Cossío manuscritos. La visita es guiada y se debe recorrer la
casa en un tiempo limitado. El que sea guiada viene bien porque si no, no
merecería la pena en sí la colección; pero se echa de menos un poco de tiempo
para curiosear; por ejemplo, leer alguna carta o dedicatorias, observar con
detenimiento fotografías... Mencionando éstas, no está permitido sacar fotos en la casa. ¡Qué vamos a decir!
Otro aliciente indudable es la propia casa, una
casa de ricos, con detalles sorprendentes que la guía va revelando a medida que
vamos accediendo a las distintas dependencias. Especialmente llama la atención
la cocina y uno de los dormitorios.
Y ya que estamos allí, no dejaremos de pasear
por el pueblo para ver más casas típicas y otros detalles urbanísticos. Parar a
tomar algo en alguno de los dos bares para descansar y entretenerse paseando la
mirada por la decoración de las paredes, o charlar desganadamente con las
personas que atienden las tabernas puede ser un momento también para disfrutar.
Las vistas de la montaña que se ven desde Carmona, también merecen la pena por
sí mismas.
Un detalle sin importancia que conviene saber es que el nombre del pueblo sirve para denominar una raza autóctona de vaca,
la vaca tudanca, que pasta la mayor parte del año libre por el campo. Si tenéis la oportunidad de comprar o degustar un chuletón veréis que merece la pena, aunque donde esté un chuletón de vaca avileña... ¡Ese sí que es un chuletón!
(Si descubrís algo interesante en vuestra visita
a Carmona que no haya resaltado o queréis matizar alguna de mis afirmaciones
anteriores, siempre subjetivas, no dudéis en mandarme un comentario que sirva
para enriquecer la información.)
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Pasadizo de acceso a la casa. |
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Pasadizo de acceso a la casa. |
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Artilugio sin ruedas que se usaba para transportar. |
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Vista de la Casona desde el pueblo |
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Vistas desde Carmona |
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Entrada a la Casona |
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Más vistas |
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Pilas cochineras de piedra |
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El pueblo está en una ladera; aporvechan los desniveles para acceder al pajar de manera cómoda. |
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No faltan ruinas. |
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