Zona de acampada al lado del río y de la bolera donde estaba el escenario. |
Festival Folk de Borleña, en Corvera de Toranzos (Cantabria)
Sábado 11 de agosto de 2012
Después de seis años sin celebrarse, este verano ha vuelto uno de los festivales folk más entrañables de Cantabria. Los que disfrutamos de la jornada estamos muy agradecidos al grupo de jóvenes de la localidad que asumieron la tarea de organizarlo: se les veía cansados, pero orgullosos y alegres de contemplar la bolera y alrededores llenos de gente que desde por la mañana del sábado hasta bien entrada la noche pasaron allí unas horas inolvidables.
Sábado 11 de agosto de 2012
Después de seis años sin celebrarse, este verano ha vuelto uno de los festivales folk más entrañables de Cantabria. Los que disfrutamos de la jornada estamos muy agradecidos al grupo de jóvenes de la localidad que asumieron la tarea de organizarlo: se les veía cansados, pero orgullosos y alegres de contemplar la bolera y alrededores llenos de gente que desde por la mañana del sábado hasta bien entrada la noche pasaron allí unas horas inolvidables.
Se puede diferenciar el evento en dos partes. La
primera discurrió por la mañana y la tarde, con actuaciones folklóricas muy
interesantes, coloristas y divertidas. Había tantos grupos que se veían en la
obligación de buscar público o pedirse la vez para poder interpretar una pieza
de su repertorio; y si se descuidaban un poco, les quitaban el turno.
Por la tarde hubo juegos tradicionales pasiegos,
curiosos y desconocidos. Inevitablemente los que tenemos hijos enchufados a
maquinitas, viendo lo que se puede hacer con un palo, añoramos nuestra infancia.
Por los alrededores había puestos de venta de
artesanía y grupos ecologistas que intentaban concienciar del problema del fracking,
proyecto de dudosa inocuidad para el medio ambiente.
La organización también disponía de un
chiringuito para por un euro comer alguna vianda de una parrilla que no paraba
de asar.
Y a partir de las diez de la noche comenzó
propiamente el festival, con la presencia de cuatro grupos. El primero en
actuar fue Sel del Pas, grupo de la
localidad y los organizadores del evento. A continuación subió al escenario Cahórnega, tal vez el grupo que más me
gustó, ¡cómo cantan los tíos! El siguiente fue Bruma Folk, a los que se les nota la falta de rodaje esta
temporada, pero con un batería sorprendente. Y para rematar la velada, Garma,
músicos bregados en mil conciertos y con una música muy lograda.
¡A ver si el festival tiene continuidad otros
años!
Riachuelo que transcurre por el lugar. |
Destreza de salto pasiego |
Este mozo se salió del prado para darse una vuelta avanzando a saltitos con su palo. |
Otra destreza de los pasiegos: bajar a pulso y sin rozar con el cuerpo la hierba a tocar con una brizna de paja el suelo. |
Coro que amenizó la tarde hasta el comienzo de los conciertos |
Pandereteras que pugnaron por hacerse oír, pues se quitaban la vez todos los cantantes. |
Todas estas fotos anteriores pertenecen a la agrupación musical San Blas de la Montaña, ¡Excelente la desmostración de bailes que realizaron a lo largo de la tarde noche! |
Pitero que también compitió por hacerse oír |
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