domingo, 21 de abril de 2013

Las patatas


2013
29 de enero siembra.
Después de un mes de enero lluvioso y con temperaturas bajas, hoy, cuando han transcurrido dos días sin llover, hemos podido sembrar las patatas. La tierra aún estaba húmeda y compacta, aunque no había barro; las botas casi salían limpias.
Gema y Juan, mis vecinos, las habían sembrado el 28 de diciembre del año pasado. Estos días están despuntando las suyas.

20 de abril, sallado.
Han venido dos meses crudos de invierno, algo no muy frecuente: ha llovido a mares y ha soplado el viento con ímpetu. La tierra ha estado empapada constantemente, lo que ha influido en el nacimiento. Hasta finales de marzo no aparecieron las primeras plantas. Antes hube de romper la costra compacta que se había formado en el suelo para permitir despuntar los brotes. Una vez que han salido, el desarrollo ha sido espectacular. No ha habido casi faltas, aunque sí es cierto que algunos bulbos vienen con retraso, aunque al final se compactarán los surcos.
Estos días las he estado arropando o sallando, es decir, arrimar tierra hacia la planta para que los frutos que se están formando queden bien cubiertos.
Ahora mismo no recuerdo los kilos que sembré; creo que fueron cuatro o cinco. Ocupan un cuarto del huerto. En la zona, por ejemplo los vecinos, siembran unas tempranas, esta cosecha de la que estamos hablando, y estos días siembran otra, la más abundante. Nosotros lo hemos hecho en otras ocasiones, pero no nos ha convencido. La razón es la siguiente. La primera cosecha, que estará a primeros de junio, se coge sin que aparezcan los escarabajos que se comen la hoja. Si sale alguno, es fácil controlarlos eliminándolos uno a uno. Cuando hemos puesto la segunda tanda, los escarabajos se han multiplicado y han pasado a otras plantas, con lo cual es mayor el perjuicio que el beneficio. Podríamos tratarlas, pero no utilizamos ningún producto químico. Nos conformamos con las patatas que recolectamos, que nos duran hasta las Navidades.



 

Mayo 2013.
A primeros de mayo el estirón que habían dado era considerable. Por San Isidro, el vecino ha empezado a sacar alguna para tener para el consumo.



28 de junio de 2012. Recolección.
He tardado en sacar las patatas y no es por mi culpa, sino por el mal tiempo que ha habido durante los meses de mayo y junio: frío y lluvia. Tan malo ha hecho que no apetecía entrar en el huerto, con lo que este año va todo mucho más retrasado. A las patatas, en concreto les ha ido mal. Cuando las he ido a desenterrar, la planta ya estaba seca; no he visto casi flores. Tampoco he visto bichos que las atacaran. Creo que por exceso de humedad, algunas se estaban pudriendo, aunque no creo que llegaran al cinco por ciento. El resto han salido muy sanas y bastante terciadas: no las hay ni muy grandes, ni demasiado pequeñas.
Probablemente para la próxima temporada me anime a poner por lo menos la mitad del huerto.


2014.
Sábado, a 11 de enero.
Hoy he sembrado las patatas. He utilizado ocho kilos para sembrar la parte derecha del huerto. El tiempo está fabuloso, casi primaveral; incluso, algún día el termómetro ha subido hasta los 21º, 22º... Ya tenía preparada la tierra. Lo último que hubo sembrado aquí de la temporada anterior fueron unas judías verdes que duraron hasta octubre. En la parte de la entrada, he arrancado un romero que cada vez invadía más el espacio del huerto, así ha quedado toda la parte derecha limpia, tan solo queda una mata de acelgas.


3 de febrero de 2017
Otro año he plantado el primer tablero de patatas tempranas. Pensé al releer las anteriores líneas que otros veces las había puesto antes, pero compruebo que no. Tal vez, el año pasado las pusiera los primeros días de enero y no apunté nada en el blog. La cuestión es que la cosecha última no fue buena; más o menos la mitad de otras ocasiones. Las causas no las sé, pero apunto alguna circunstancia que hubiera podido influir. Por ejemplo, las puse muy pronto, llovió bastante y después se formó una costra que no las dejó nacer bien. Además, la simiente fueron las patatas pequeñas de la cosecha anterior y me han dicho que no es conveniente poner de un año para otro las patatas recolectadas.
Alguna novedad con respecto a ocasiones anteriores: he vuelto a formar surcos, (el año pasado no los hice), pero he puesto las patatas primero y luego las fui arropando hasta formar el surco. Lo he hecho así para que luego no cueste tanto sacarlas; espero, también, que de esta forma no queden al descubierto. Eso sí, están enterradas más.




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Sinopsis

El asesinato de un diputado en un museo de Madrid lleva a un inspector inexperto a Salamanca, circunscripción por la que es electo el difunto. Durante la estancia en la ciudad se adentrará en el mundo académico, político y social en busca de indicios que expliquen los motivos que han llevado al verdugo a cometer tal atrocidad. El proceso indagatorio conducirá al detective a plantearse alguno de los principios por los que ha de regirse en su oficio, después de entrevistarse con testigos poco habituales que no parecen entristecerse con la muerte del político y que no aportan datos significativos del caso.

El ambiente de la localidad universitaria de principios de los noventa del siglo pasado, extraño para el protagonista, más la resolución del caso, le dejarán la sensación de fracaso de su valía profesional y, sobre todo, del papel que le corresponde como agente al servicio de la justicia. 

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